Pelaje del gato.


El pelaje de los gatos es muy variado, será mas o menos largo, según la raza, siendo su coloración desde unicolores a jaspeados y rayados de diferentes colores. El gato muda el pelo aproximadamente dos veces al año, pero en los ejemplares domésticos que viven a casas, esta muda es durante todo el año.

Por medio de sus folículos pilosos, el gato puede erizar el pelo, con el objeto de parecer mas grande de lo que en realidad es, lo cual hace con fines intimidatorios, y va acompañado de bufidos, resoplidos y fuertes maullidos.

El pelaje ofrece al animal, una eficaz protección térmica, que se ve aumentada por el subpelo, que forma una segunda capa de pelos mas finos.

Una característica especial del gato, es el lamido del pelo para su acicalamiento, lo cual hace continuamente, manteniendo su pelaje limpio y bien peinado. Sin embargo, cuando un gato pasa la lengua por su pelo, está haciendo algo mas que acicalarse, así al alisarse el pelo, está asegurando una capa aislante eficiente contra el frío o el calor.

Además el no tener glándulas sudoríparas, provoca que en épocas calurosas se produzca un recalentamiento del cuerpo, como no pueden producir sudor, para provocar el refrescamiento por medio de la evaporación del sudor, al lamerse y mantener alisado el pelo, ayudan a mantener una temperatura óptima, pues la cantidad de saliva que depositan en el pelo, al evaporarse disminuye la temperatura corporal.

Los gatos no son capaces de producir por si solos la vitamina D, la cual es necesaria en su dieta, sólo son capaces de presintetizar este componente vital, la parte restante del proceso, la realiza el sol en el pelo. Cuando un gato toma baños de sol, luego se lame, y de esta forma, adquiere la vitamina D, de su propio pelo.

Además de estas funciones tan importantes del pelaje del gato, combinado con el lamido, también el lamido es utilizado por otra razón muy importante, relacionada con la liberación de energía en su adaptación en la convivencia con los humanos. Nos referimos al estrés. Todo animal en cautiverio, y entre ellos los animales domésticos, son propensos a padecer de algunos trastornos nerviosos, ocasionados por la forma distinta de vida a la cual tienen que adaptarse. Por agradable que sea la vida que se les dá, muchas veces va en contra de sus propias leyes naturales. Hay movimientos o acciones que se realizan producto de la situación que causa estrés, estas son denominadas conductas de desplazamiento.

En el caso del gato, cuando el animal está muy nervioso o confuso, se detiene bruscamente y empieza a lamerse el pelo. Esta es una conducta de desplazamiento desarrollada para liberarse del estrés o adaptarse a una situación estresante, así muchas veces después de salir de una situación de peligro, se sientan a lamerse, lo cual no es mas que una forma de darse tranquilidad a si mismo.

A veces cuando esta situación de estrés es mantenida por mucho tiempo (días y semanas), puede ocurrir que el gato se lama de manera compulsiva, llegando a ocasionarse serios daños en pelo y piel, llegando incluso a requerirse la intervención del veterinario, para evitar daños mayores.

Por último, podemos decir que un pelo erizado, mal peinado, o en desorden, está indicando que ese gato tiene algún problema de salud, y probablemente necesite asistencia médica; así como un gato que ha estado enfermo y comienza a lamerse nuevamente, es señal de que está recuperándose.

Mantengamos limpio, y cuidado el pelaje de nuestro gato, cepillándolo periódicamente, eliminando así el pelo muerto y evitando la formación de nudos. Un gato sano no necesita ser bañado, ya que por si mismo es capaz de mantenerse perfectamente limpio, y sin ningún olor de su piel, cualquier mal olor o desorden de pelaje, debe ser consultado al veterinario.